sábado, diciembre 31, 2011

CONGA...nas de destruir





La polémica del caso Conga. Las empresas mineras, a favor del oro VRS. el pueblo de Cajamarca, y el Perú, a favor de la vida y el medio ambiente en general.


CONGA...NAS DE DESTRUIR

¿Qué pasa si de pronto toda una población se ve envuelta en un tormentoso conflicto que pone en riesgo la vida de miles de personas y su biodiversidad? ¿Qué pasa cuando las excavaciones silenciosas de las empresas extranjeras de mineras amenazan de manera violenta a toda una población que mantiene una vida  dependiente de un recurso tan primordial como es el agua? ¿Qué es el proyecto minero Conga y cuáles son las terribles consecuencias de las que tanto se especula?



En el departamento de Cajamarca, ubicado al norte de los andes peruanos, se viene desarrollando un proyecto minero, que según estudios e investigaciones atendidas, “es uno de los proyectos con mayor inversión en la historia de la minería peruana”.  Pero para much@s de sus opositores no es nada más que una amenaza para el agua y la vida de ese departamento. Esto ha creado una fuerte disyuntiva en estas dos posiciones: El agua y el oro.


Hace unos años habíamos escuchado hablar a Ollanta Humala, en ese entonces muy alejado de la candidatura presidencial, preguntando a la población de Cajamarca la tan famosa y coyuntural interrogante: “¿Qué es más importante: el agua o el oro?”…“Porque de oro no vivimos” decía. Para ese entonces, el proyecto minero Conga se veía venir a lo lejos y con avalancha.

Humala salió elegido, y el ahora presidente del Perú, esta vez en el poder, se “rectificaba” diciendo: “Yo dije agua y oro”, tras recordar sus promesas de campaña sobre la “gran” transformación e inclusión social con referencias al proyecto minero Conga. Curiosamente contradictoria a lo que por otro lado también prometió: la defensa del agua.

Es previsible, más allá de lo contradictorio que resulta, la decepción ilusa de l@s votantes que se entusiasmaron con los discursos políticos (podría ser cualquier otro político) de la “gran transformación”, más aún cuando el cambio se ve marcado con otra interrogante que confunde a la población. ¿Será la presión a la agenda presidencial impuesta? ¿Será la incertidumbre y falta de experiencia que torpemente causa desastres, no solo a l@s poblador@s, sino al medio ambiente?  Añadido esto, vemos una vez más  cuán importante, a la vez, son los conectores oracionales que se utilizan… la fragilidad de una letra en el lenguaje (“…y oro/ o oro”), sobre todo en un discurso político del que se “prescinde” como palanca funcional del estado del estado, y de la que vemos como consecuencia en la rabia del pueblo que lo único que quiere es respeto.


Total, ¿el agua o el oro? o, ¿el agua y el oro? o ¿la inclusión social y más trabajo? o ¿ninguno de todos? o ¿todas las anteriores? La respuesta resulta difícil y algo confusa. Pero el presidente, que se entiende o sobreentiende, está entre la espada y la pared, prefiere mostrar una posición aparentemente firme con ello: “El proyecto Conga es un proyecto importante para el Perú”, calificándolo de posición sensata. Sólo que no se dio cuenta o no fue consciente ante los aprietos, de las vueltas que estaba dando con tanta pregunta.

Según el Gerente General de la Compañía Minera Buenaventura, principal impulsor del proyecto Conga, Roque Benavides:“El proyecto Conga es un proyecto muy bien hecho, adecuado. La mayor inversión minera hecha en el Perú y no se va a hacer de forma precipitada, por eso se ha cuidado mucho el tema ambiental”.

Sin embargo, en Agosto del año pasado (2010) cuando ingresaron un contingente de 6,000 hombres y  400 maquinas, campamentos y represas, bajo la autorización realizada en julio del mismo año por el Ministerio de Energía y Minas (MEM) –muy sorpresivamente último día del gobierno de Alan García-, ¿a quién acudieron para consultar la realización del proyecto con las investigaciones de impacto ambiental respectivas? ¿A cuántos de l@s poblador@s se les aviso de su ejecución? 

Luego del cambio de gobierno, Roque Benavides, mencionaba que "no se podía parar el proyecto. Echar a la calle 6,000 trabajadores y al desague 700 millones de dolares". Claro, él y su bolsillo sabían con previsibilidad lo que ocurriría. Además el Señor Benavides y su familia, dueñ@s a su vez de gran parte de Yanacocha, tienen una fortuna de 5 mil millones de dólares. Creo que está claro por qué tanta insistencia en la ejecucción del proyecto. Mientras que la población de Cajamarca vive en extrema pobreza. 

En los meses de Noviembre hubieron dos paros contra el proyecto minero: el primero, el día 24 de Noviembre, el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, junto con el presidente del Frente de Defensa Ambiental de esa región y principal promotor de las protestas, Wilfredo Saavedra, anunciaban un paro indefinido en las 13 provincias del departamento de  Cajamarca.
Más de 3.000 campesin@s a pie y a caballo marcharon por las calles cerca de las cuatro lagunas en peligro de desaparecer. "Agua sí, oro no", gritaban l@s manifestantes a garganta potente. Ahí mismo, Santos aprovechó la realización de una asamblea haciendo mención el rechazo absoluto a dicha actividad, recordando que desde1995 no han ocurrido en Cajamarca, enfrentamientos violentos. Y que en cambio, en el campamento minero Yanacocha se ha matado a campesin@s y gente inocente, a quienes para colmo se les llama violent@s.

 El exprimer ministro, Salomon Lerner, intentaba frenar el paro de diez días invitando al presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, uno de los promotores del paro, a Lima para conversar.

Lerner abogaba por el dialogo y la no violencia. ¿Y acaso no es violento ir usurpando la naturaleza y biodiversidad sin permiso primero de los pobladores y de la tierra misma? La palabra dialogo se había vuelto de pronto, un escudo para tener más tiempo en pensar cómo actuar y demostrar una supuesta puerta de escucha. 

El segundo paro se extendió hasta los días del mes de Diciembre, en las provincias de Cajamarca, Celendín, Hualgayoc y Contumazá, bajo el nombre de “paro regional”, el cual se mantuvo en pie varios días, trayendo como consecuencia el congelamiento de las actividades cotidianas de ese pueblo: L@s niñ@s no podían de asistir a los colegios, las tiendas tuvieron que verse obligadas a cerras por varios días por miedo a las piedras que podrían caer en ellas de los paros y movilizaciones. Las protestas solo le recordaban al presidente, las promesas pronunciadas en otro contexto.  Asimismo, tanto los dirigentes como l@s mism@s poblador@s hicieron un llamado al famoso “dialogo”, como un intento a una solución segura.


De Humala no se sabía nada hasta que luego de un silencio, vino otro aún más largo. En las pantallas de los televisores se le veía anunciando “el estado de emergencia”, el cual tuvo como consecuencia el alargamiento del tiempo que tenía Humala para masticar mejor el asunto, en pensar en qué sería lo “mejor”, terminando con el paro de una manera súbita y feroz. Incluso tomando otras medidas represivas, se llego a encarcelar por 10 horas al presidente del Frente de Defensa Ambiental, Wilfredo Saavedra, injustificadamente por supuestos agentes policiales lo cual fue considerado un hecho sospechoso, tras serle negado el ingreso a la reunión en Lima con el primer ministro y otras autoridades.

 Luego, la inesperada renuncia del Primer Ministro Salomón Lerner con el nombramiento a su cargo de Oscar Valdés, acrecentó el ambiente de confusión. ¿Quién no se sofocaría antes los vaivenes indecisos de las malas decisiones?

El paro acabó. Se retomo nuevamente el dialogo, y otra vez se volvía al desacuerdo y las críticas, esta vez, por la polémica información de los antecedentes sindicales de Saavedra en el grupo subversivo MRTA.

Con el flamante Primer Ministro Valdés, se oficializó una nueva reunión de dialogo con algunos representantes y pobladores de Cajamarca, sin la presencia del Dirigente regional Gregorio Santos. Los asistentes a dicha reunión fueron catalogados como “traidores” por l@s otr@s que se negaron a asistir a la reunión. Ante esto, Santos mediante una ordenanza, declaró inviable el proyecto minero  Conga.

El Ejecutivo trataba de mediar en tenso ambiente mediante las propuestas de dialogo por el pueblo cajamarquino. Por otro lado, ni la ayuda de Jorge Cori (niño ajedrecista que ganó premio el 2011) sirvió de ayuda para la decisión de Ollanta.

Al correr de los días, varios grupos organizaciones indígenas del Perú, se sumaron a la protesta contra el proyecto minero, pidiendo así a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (C.I.D.DH) que ordene su anulación.

Resulta chocante anunciar y renunciar la suspensión del proyecto minero Conga, luego de asegurar que este iba a ser ejecutado de todas maneras. Esto definitivamente pone en jake la credibilidad y postura del gobierno peruano. Por un lado se dice que la población será escuchada con la Ley de Consulta Previa; por el otro, se negocia con las mineras el gravamen y se afirma que se ejecutaran todas las inversiones a toda costa. Para quienes al principio se identificaban con el discurso del presidente de la “gran transformación”, ahora este mismo les genera dudas. Le llaman “viraje” al cambio de su perspectiva, un giro de un timón indeciso que se dirige con disimulo y tal vez “inconscientemente”, hacia la derecha.

L@s que antes decían “nosotros votamos por la gran transformación”, ahora lo llaman “traidor”. Y era de esperarse viniendo de donde viene. Siendo otro gobierno más que se acomoda a las “exigencias” de su rol, entonces, como vemos, se deja de lado toda ideología. El poder no dejará de ser el poder.

Aunque no parezca a vista general, estos “cambios” direccionales del tan reclamado  presidente  Humala, influye mucho en el caso Conga. Las secuelas de este proyecto minero son aún más complejas de lo que parece:

  1. Según la ampliación de un estudio de Impacto Ambiental (E.I.A), que es un procedimiento de análisis y prevención acerca de un proyecto  de inversión con respecto a daños en el medio ambientes, no serían cuatro las lagunas y acuíferos que se verían afectadas,  sino veinte las lagunas que se perderían, en una vista general del departamento de Cajamarca.
No es de esperar, que curiosamente  descubrir que los (E.I.A) son contratadas por las propias empresas interesadas en una determinada inversión.  No sorprende entonces el porqué de su llamativa aceptación al daño natural.
  1. El conflicto no continua sino con otra de una de las tantas controversias, provenientes desde la boca del mismo Roque Benavides: “La hermandad del agua”. ¿A qué se refería? Es decir: ¿es posible crear agua a mano de obra, y por ende, crear lagunas, alterando el origen natural? La propuesta no se remite nada más ni nada menos que a la creación de reservorios que cumplirían las “mismas” funciones de lagunas y ríos, ósea, mantendrían el mismo camino del curso de las mismas y todo su proceso sin errores. ¿Será acaso eso posible?
3.     Se dice que la minería es el motor del “crecimiento” económico de país. Que es “bien remunerado”, y que nunca antes el boom minero había tenido tanto auge en el Perú para las inversiones y el  “progreso”. Pero, ¿acaso la actividad “más rentable” del Perú, no puede ser remplazada por varias otras simultaneas? –pensando en el trabajo de l@s campesin@s que son llevad@s con el cuento del “progreso” hacia las minas-  el beneficio, a lo mejor, sería mucho más respetable y digno.


4.     ¿Qué es lo verdaderamente importante, cuando se habla de tiempos de  cambio climático, de menos lluvias, de escases de recursos, de erosión y deterioramiento de la naturaleza y la biodiversidad?... ¿La minería? ¿El progreso? ¿Las empresas extranjeras como Newmont, responsable del proyecto mero Conga, que  promulga “la minería limpia y responsable sin contaminación” teniendo en cuenta que se está utilizando cianuro y mercurio y que se está dañando zonas impedidas de minería como lo son las cabeceras de cuenca?  Cuando se sabe desde un primer plano, que Cajamarca es un pueblo de los más pobres que hay en el Perú, y que lo único que tienen sus poblador@s son sus tierras y sus trabajos de campo. Cuando incluso la misma minera Yanacocha ha aceptado en un documento del 2003 haber contaminado las lagunas del rio Cushuro y que decidió compensarlo con sacos de estiércol a cada poblador@.  ¿De qué responsabilidad ambiental hablamos?  La destrucción de las lagunas alterarían de manera aberrante el ecosistema y esto a su vez, tendría otras consecuencias, y otras dentro de su consecuencia y así, y así. Como la desaparición de áreas verdes, e incluso la alteración el circuito del agua natural. ¿De qué oro se puede hablar cuando el agua adquiere el valor de este primero?

5.     Remontándonos al recuerdo de un ejemplo extremo: La Oroya, en donde l@s habitantes fueron intoxicados por las emisiones de dicha actividad, los resultados fueron devastadores. El tipo de minería formal que se utilizo nunca trató  de evitar los daños ambientales, ni sociales. Y los resultados los vemos ahora: El clima alterado, l@s habitant@s enferm@s y sin recursos para vivir, entre otros. El flashback de esa cuidad sabe a una contaminación imborrable.

6.     Luego, atendiendo al sueño o al temor que tiene Humala, el de unir el agua y el oro a la vez, idea conveniente comprendiendo la situación ampliada. Primero, como el mismo Humala dijo en su cuenta de twitter, habría que “resolver la falta de desconfianza en l@s poblador@s, ya que la minería anteriormente, no ha cumplido con el rol social de atender a las comunidades, mientras que un recurso (el oro) ha abusado del otro (el agua)”. Sí, y ¿acaso se ve venir una confianza viable y cercana?


7.     Finalmente: el beneficio de perjuicio de doble filo. Cuando la minería empezaba a allanar más capital, y por tanto, estaba en la cima de su expectativa; según los empresarios de las minas, se empezó a hablar del canon minero, el dinero resultado de la actividad que le corresponde a la población por su consideración como forma de “beneficio”, que no es otra cosa que “te doy una mano y de quito la otra”. Un disfraz que juega con la ilusión de la gente que refugia su sudor en una esperanza equivocada. Resulta paradójico que el aumento de canon no ha tenido gran impacto en la reducción de la pobreza ni ahora, ni en los últimos años. “La solución no es la plata”, decía un  investigador español que estudió el caso de las minerías en el Perú, y el conflicto va más allá.


Para el sábado 21 de Enero, la Comisión Organizadora de la Marcha Nacional por Defensa del Agua y de la Vida, y la Coordinadora Interprovincial de Frentes de Defensa de la Región Cajamarca están convocado a una marcha en el departamento de Cajamarca yotras provincias del país que finalmente llegaría a Lima a mediados de Febrero del 2012, con el fin de la exigencia a la modificación de la Constitución y el respeto de lso recursos a los derechos human@s.

 Es indudable que la violencia solo genera más violencia, y que “gracias” a los medios de desinformación, éste como muchos conflictos sociales, confunden y empeoran su condición, sobre todo afectan imperdonablemente a las consciencias del pueblo.
El poder prevalecerá de manera imponente siempre y cuando no se desmienta ni se despierte a la población. Las empresas mineras no dan ni darán la cara, sino más bien,  mandarán y ordenarán, como bien lo saben hacer, a agentes de la policía al lugar caliente de los hechos, para causar abusos y  represión como símbolo invisible de una escapatoria ficticia. ¿Se sabe cuant@s han sido las víctimas –no de manera estadística, sino humana- en lo que viene de inicio de este conflicto? La gente, tanto del pueblo de Cajamarca como no, se está dando cuenta de que esto es complejo pero que la unión, una vez más puede alcanzar justicia.

Lo que verdaderamente se debería poner en cuestión es  ¿Hasta cuándo vamos a permitir que ese cuajo de poder en l@s que much@s ponen y pusieron una ilusión hacia las franjas de un incierto futuro gobiernen nuestras vidas?

Hasta l@s niñ@s dan una respuesta más simple y más racional: La naturaleza no se puede modificar. Toda acción genera reacción. Y por hora, la única reacción visible es la de la gente y los enfrentamientos, de la oposición y sus desacuerdos. Sería inimaginable cómo sería la reacción desde la propia naturaleza. Porque la madre tierra no acepta perdones, no aguanta contradicciones, ni se traga cuentos por todo el oro del mundo.

sábado, diciembre 10, 2011

Jarrazos de paradigma



La palabra diálogo otra vez se catapulta  por manifestaciones violentas en Chile. Esta vez por los oídos sordos de la ministra de educación que pasaron por alto las exigencias y derechos de l@s estudiantes chilen@s. La polémica y la fuerza del control mediático sesgan el acontecimiento de Música Sepúlveda, en ese momento (2008) de sólo 14 años, quién arrojó un jarrón de agua a la ministra, la que ignoró las palabras de la estudiante en la conferencia del "Dialogo participativo por la opinión pública".

"Ella no me escucho, no me escuchó... y se iba yendo, y lo primero que vi fue el jarrón con agua y dije: Bueno, a nosotros cuando queremos conversar se nos castiga, se nos intoxica, se nos golpea y se nos moja. Entonces dije, bueno, ella quiere dialogar con nosotros y no nos está escuchando... ¡agua!", fueron las palabras de Música luego de la convocatoria de prensa que realizó para sus aclaraciones.

Much@s compañer@s, amig@s, estudiantes, padres y madres de familia, así como profesor@s apoyan la acción de Música, quién con los derechos correspondidos hizo énfasis de al represión acontecida hace algún tiempo a los mismos estudiantes, y como esto sigue dandose de manera contraproducente en el estado chileno.

Subjetivamente, creo que este tipo de actos es un contraparadigma que deberíamos tener cuenta como ejemplo activo, ya que en otros lugares del mundo, por ejemplo Perú, los movimientos, las movilizaciones o cualquier tipo de manifestaciones abiertas, están adormecidas y congeladas en un letargo de conformidad. La situación general o contexto cultural-coyuntural entre los países pueden ser diferentes, pero las razones, las respuestas, siguen al parecer, siendo las mismas. Las presencias  y "representaciones" siguen siendo iguales a la de otros países de latinoamérica, o de más allá del mapa.

A ver si nos sirve de pellizcó la forma como otr@s herman@s reaccionan indignad@s ante las acciones injustificadas de las élites gobernadoras.

Fuente: http://escuelasenllamas.blogspot.com





domingo, diciembre 04, 2011

Latinoamérica


El falocentrismo, ¿una necesidad orgásmica?





En primer lugar, hay que entender que se entiende por falo-centrismo. Falocentrismo, como su propio nombre lo dice, es el falo, el órgano “viril” del hombre convirtiéndose en  el centro de la sexualidad mediante la presencia fundamental en la función de este elemento.
En una relación existente de hombre-mujer, esta encierra su energía erótica en sí misma. Y ella (mujer) aprende a interactuar, sentir, y experimentar una experiencia sexual bajo la presencia fundamental del órgano viril, con o sin la presencia vital de este; es decir con un hombre real o bien, con un artilugio y/o juguete penetrativo, como lo son los consoladores, etc. 

Por lo tanto, empieza una subliminal desvalorización del cuerpo de la mujer, su amplia creatividad sexual orgásmica y sus múltiples formas de tener una saludable y gozosa experiencia erótica. 
Es así como, esta forma exclusiva (de exclusión) de género, se mantiene en una sociedad jerárquica con preestablecidos patrones que inhabilitan un uso rico y satisfactorio del ser femenino. No sorprende entonces, del porque la ambigua costumbre de ver al hombre encima de la mujer en pleno coito, muestra indispensable de la aceptación de lo que debe ser una relación sexual –sin contar si este es o no erótico, bien podría ser sexo, nada más-

Esta forma de intercambio sexual limitado se adjudica y vincula al patriarcado, que en el recorrido de la historia ha sido una de las principales razones del sometimiento de la mujer por el dominio del hombre, en una sociedad con privilegios y abstinencias de parte de otro extremo. Reconociendo que antiguamente la “mujer liberada” era mal vista,  porque “comúnmente” lo relacionaban con mujer de “mala vida”, en otras palabas, de puta. En cambio, la mujer-paradigma debía der la consentidora del hombre y brindarle satisfacción según la voluntad parcial; en donde – y esto hasta hoy, por la gloriosa costumbre- la cópula termina cuando el hombre ha terminado de eyacular, y la mujer por costumbre – y los medios que lo  apoyan- queda con la satisfacción a medias o a nadas ¿o no? Muy pocas veces, se es consciente del sentido inclusivo, pleno y realmente erótico de una relación sexual entre el hombre y la mujer. Porque incluso, no siendo consciente con ello, mediante las experiencias visuales u oídas, hacemos ejecución nuevamente a la normalidad poco creativa y limitada.

Sin haber desarrollado un sistema erógeno practico, además de desvaluar su propio cuerpo al conceder el placer singular ajeno, que, además, incrementa las perpetuas cadenas del patriarcado; hay muchas mujeres que emplean el útero sólo a la hora de dar a luz o parir, en otras ocasiones, el útero no es más que un allanamiento de refugio donde el pene hará su vaivenesco baile. El útero se conserva rígido, insípido y poco juguetón… poco creativo.

Nuestro enorme potencial sexual ha sido por mucho tiempo coartado por el tipo de cultura falocentrista. Si a alguien le preguntas que entiende por sexualidad, lo más seguro es que, muchas personas hagan referencia al coito, haciendo alusión voluntaria o involuntariamente a la sexualidad girada básicamente en torno al falo.
Todos los orgasmo, independientemente del factor que los origine, externo o interno, tienen origen adentro, en el útero.  Esto explica, quizá, el simbolismo de las sirenas, o también conocidas como mujeres pez, que antiguamente representaban la sexualidad no-falocentrica. Ya que las sirenas no podían tener relaciones coitales con varones, y que a lo mejor, sentían mucho placer interno, además de nadar y bailar la danza del vientre.


Como vemos la sexualidad de la mujer, no es uniforme, ni tiene escasas formas establecidas de placer. Sino  es creativa, es multiorgásmica, y abierta. Es necesario tomar consciencia del tipo de sexualidad que llevamos; si esta también te incluye –tanto mujeres como hombres- debemos como derecho, hacernos participes del placer compartido, y que la relación sea equilibrada, justa y complaciente, rompiendo los moldes que defienden una posición determinada en una sociedad con residuos androcentristas. Por ello, hace falta abrir no solamente las piernas del cuerpo, sino también las piernas de la mente.



martes, octubre 18, 2011

¿Con Formidad?

En el mundo al que llamamos "real", no existe esas abreviaturas salvadoras. Esas minúsculas herramientas que hacen de salvavidas, correctoras del tropiezo de los errores. No existen... "crtl+z", no existe "Paso atrás" o "Atrás", ni "Deshacer", o esa arrogante flechita azul que sólo en las máquinas no se equivoca, y a cual finalmente recurres para corregir el garrafalismo ortográfico u otros, otras, cosas.


Pero felizmente, gracias a esta omnipresente ausencia, y a la exacta maldición de la gracia de perder,
de finalmente aceptar y perder, aunque sea sin dar la cara, aprendemos.
Aprendemos que somos human@s y que las invenciones del "liquik paper" de los "ctrl+z", de los "Paso Atrás" o "Atrás", de los "deshacer" y esos demás alcahuetas hipócritas que nos }2ayudan", fueron inventados para el mismo comodín del ser human@, bajo la justificación de la reducción de la verguenza en los actos. Para disimular la cara equivocada. Para esclarecer de impecabilidad  (de impecable)de la imbecibilidad e invisibilidad del manifiesto totalmente imperfecto, totalmente human64 . Para olvidarnos que también nos resbalamos en el tranvía de la vida. Y que esta no es más que una escuela donde no hay graducaciones para los salvavidas, sino para l@s insalvables.


lunes, septiembre 19, 2011

domingo, mayo 15, 2011

Si no me nombras, no existo

Si no me nombras no existo

Por un lenguaje inclusivo, neutral y no discriminatorio


“Cuando la primera mujer hablo, provocó el pecado original”, “Si a la mujer se le permítase hablar otra vez, volverá a traer ruina al hombre”. Bien decía Galeano en uno de sus escritos sobre la mujer, que se han creado diversos mitos en el transcurrir de la historia acerca de que la mujer es una “escoria” social, el terror y error decadente, el aderezo que condimenta “lo fundamental”, el punto luego de una larga oración, o un escaparate que a lo sumo adorna la sociedad con flores y detergente. Mitos que han traído como consecuencia, una visión de un mundo con “privilegios” sólo para algun@s. Valga la redundancia, un mundo desprocionadamente desigual. Es por eso que uno de los problemas fundamentales por lo que esta idea misógina sigue perdurando es porque, conciente o no, la dejamos pasar por alto.

Durante mucho tiempo, la mujer ha sido considerada como “pasajera de segunda clase”, propiedad y no propietaria, posesión y no dueña, objeto y no persona, etc. Haciendo de este posicionamiento una jerarquía discriminatoria, en casi todos los aspectos existentes. Se han creando moldes determinados respectivamente para cada género: pantalones y carritos para los “hombres”; y faldas, labiales y muñequitas para las “mujeres”. Sintetizándolo en estereotipos banales con el fin de fortalecer a una determinada ideología: la ideología patriarcal. La que posteriormente, acabaría por convertirse en una “cultura”; es decir, una cultura patriarcal.

Desde que venimos al mundo y nos hicimos partícipes herman@s de la Tierra, el lenguaje ya existía y nosotros simplemente, a costumbre social la tomamos como medio de “expresión”. No la domesticamos, al contrario, ella nos domesticó a nosotr@s. Nos enseñaron y acostumbraron a que si por ejemplo decimos: “Los derechos del hombre” o “El hombre de las cavernas” por dar un ejemplo un poco “general”, estamos a la vez incluyendo al género femenino, es decir, haciendo uso de una supuesta lengua neutra. Cuando en realidad, no es más que una forma sexista de marginación y dominación que impuso la cultura patriarcal desde ya otros tiempos.

En el caso de la lengua española, hay dos géneros en la gramática: el hombre y la mujer. La “o” indicativa del masculino, y la “a” del femenino. Esta forma exclusiva del lenguaje ejerce una enorme diferencia y vacío a la hora de querer expresar con palabras, algún sentimiento o idea. Esta se vuelve especie de “sobreentendimiento” en referencia “inclusiva” al otro género; en realidad, eliminando uno en la falsa representación de un/una plural.

Vemos también que, por ejemplo, en lo que en términos masculinos tiene un valor, en el género femenino tiene otro; y “coincidentemente” algunos más desvalorizados de los otros. Por ejemplo, si buscamos en el diccionario la palabra “golfo” nos encontraremos con el significado de “pillo”, pero si le cambiamos el género a la misma indagación (“golfa”) su significado es de “ramera”.

Con la utilización de este lenguaje “masculino-general” se está, en otras palabras, invisibilizando a la mujer, del modo del que lo hacen muchas turcas en los rostros del medio Oriente. La mujer sigue siendo observada muy por debajo. ¿Acaso no te suena palabras como: “los Derechos del hombre…” o “Cuando el hombre llegó a la luna…”? Otro ejemplo, es cuando en ocasiones se remite una carta de invitación, o comunicado, digamos vía domiciliaria, y se coloca “Señorita Fulana de tal”. Es decir, ¿porque no poner el nombre completo de tal Fulana, si ella también existe, ella también tiene nombre? ¿Por qué molesta tanto escribir la propia identidad del femenino? O por ejemplo, cuando una joven recibe una carta de Admisión de una universidad o algún lugar, ¿por qué se coloca “Admitido” y no “Admitida”?.

O ¿por qué existen “astronautas”, “mecánicos”, “albañiles”, etc. y no existe alguna palabra para ellos en femenino? Otra forma de marginación lingüísticamente sexista, es la de comparar a la mujer con la infancia, dando a entender de que tienen cualidades semejantes, como por ejemplo la debilidad, por la que lleva la “necesidad” de ser protegida Ej.: “Las mujeres y los niños primero” o “Mataron a 120 personas, entre ellas 40 mujeres y niños”, como salen muy a común en las películas y en los noticieros.

Otro caso son los vacíos léxicos, en el que existen determinadas palabras según para cada sexo. Como “arpía” (mujer), “caballerosidad” (hombre). No existe “arpío” o “damisidad”.
Muchas personas, sobre todo las que se dedican a escribir, conocen la importancia de cada palabra, la posibilidad de poder cambiarlas evitando marginación. Saben que existen palabras que aspiran a la imaginación y que desde ahí se pueden transformar y transmitir ideas, por tanto saben cuan importante es ser nombrad@ o no. Es como el narrador de cuentos, que sólo lo que nombra llega a tener vida…llega a existir.

El lenguaje del masculino-general es consecuencia del androcentrismo. Y esto lo vemos día a día en las calles, en los colegios, oficinas, centros laborales, incluso en los mismos medios de comunicación. Tal es la fuerza y preponderancia del machismo en diferentes expresiones del lenguaje, que sigue impidiendo ver lo evidente: Una mujer no es un hombre, ni viceversa; y que el lenguaje neutro no existe… si es que no lo cambiamos. Pues esto ciertamente nos aleja como seres human@s.

Sin embargo, much@s aún se aferrar a continuar con el uso del lenguaje masculino-genérico, según dicen, por defensa de las normas gramaticales de las “Academias de la lengua”, que no es nada menos que una imposición más. Cuando, en realidad, el diccionario Universal fue creada por “hombres”, pero no hombres cualquiera, sino hombres de “poder”, grandes “ilustres”, que adjudicaron que “tal” forma lingüística sea norma. Ahora, esta es la base lingüística que desde temprana edad nos enseñan.

Wittgenstein decía “Los límites de mi lenguaje, son los límites de mi conocimiento”. Si en algún momento, hubiera habido un lenguaje neutro, por la trama y contexto histórico, tampoco lo hubieran aceptado. ¿Por qué? Porque seguimos viviendo o hemos estado viviendo por muchos siglos, dentro de una cultura patriarcal, es decir de preponderante en el género masculino. Lo que ha generado dominación y recatamiento, marginando “involuntariamente” al género opuesto en términos secundarios. Es normal entonces, que nuestra lengua tenga un acostumbrado sexismo. Esto no quiere decir que el toparnos con este lenguaje machista sea una garrafabilidad, una falta incometible, una mancha la cual hay que inmediatamente eliminar, o condenar a una persona por seguir utilizándolo. No. No hay que sentirse culpable si nos llegaron a imponer una determinada lengua, un determinado lenguaje. El lenguaje es algo del día a día, y que por tanto, podemos cambiar si lo hacemos una constante práctica.

¿Es que acaso olvidamos que tenemos más de una opción en el trayecto? Que la multiplicidad del abanico de nuestras elecciones tiene horizontes infinitos. Y que es por eso mismo que la libertad es tan importante para confrontar esos límites predeterminados, que ya en el lenguaje son parte de una forma muy egoísta y separativa para comunicarnos. Es entonces, donde la literatura aparece envainando sus trajes… Un lugar, un espacio, un momento que permite poder cambiar “la realidad”, subvertir las normas de la escritura, jugar sin jugar a las escondidas. Y es que parece raro, pero así como jugando, es donde se puede re-inventar el lenguaje. Licuar la costumbre.

La importancia de que exista un lenguaje inclusivo, es que haya una plena neutralidad y sincera igualdad para ambos géneros. Esta tara se puede superar. El lenguaje también puede ser un instrumento de cambio. No existe un corpus unánime y determinante. Existe una amplia gama de posibilidades, una multiplicidad de palabras llenas de unificación, que si nos proponiéramos a darle un uso constante, estaríamos contribuyendo a no marginar a otr@s. Paralelamente, lo más probable es que esta práctica haga sentirnos emocionalmente más equilibrados, si es que se es conciente de las causas y los efectos que tienen.

Como algun@s ya sabemos, existen alternativas: puedes usar “x” en vez de la “o” y la “a”, puedes usar “=” como haciendo alusión a una igualdad, usar # ,*, }, etc. Puedes usar cualquier símbolo que creas conveniente a conciencia. O quizá usar el “@”, como en el texto que estas leyendo.

Para ello, es necesario transformar las relaciones sociales entre los seres humanos y no humanos. Hacer un cambio estructural, proponer alternativas y que ese cambio se refleje en el lenguaje. Que sea ese el reflejo de espíritus libres, críticos y concientes. Para poder vivir más en armonía, para dejar de ver a la mujer como simple espectadora de lo que sucede alrededor.


¡Por un lenguaje más justo, menos violento, e inclusivo¡